Esta obra es una versión de un proyecto titulado Botasoneiro, realizado en 2005 junto al saxofonista Iñigo Ibaibarriaga y el artista sonoro Mikel Arce. La obra original se basa en la combinación del saxofón barítono y sonoridades electrónicas en constante movimiento, tanto de forma virtual como física, gracias a la incorporación de altavoces oscilantes.
El proyecto fue llevado a cabo en la iglesia de San Felicísimo en Bilbao; de esta forma la espacialización del sonido cobraba especial relevancia en el proceso y la plasmación en concierto.